DKV Joventut - Unicaja. Crónica.
Unicaja venció a su bestia negra de esta temporada, el DKV Joventut, en los cuartos de final de la Copa del Rey por 77-75 (34-32 al descanso).
El partido comenzaba con una gran canasta interior de Okulaja ante Antonio Bueno. El encuentro quedó marcado nada más empezar por las dos faltas rápidas que cometía Bueno, que con la baja de Shirley, dejaba a su equipo muy mermado en el juego interior. Comas se veía obligado a poner en pista a Labeyrie, el cuarto pívot del equipo. El cuarto transcurría con cierta igualdad. El juego de ataque del Joventut giraba en torno a Tabak, que ponía constantemente en problemas a su defensor, Kornegay o Weis. Los malagueños también buscaban canastas próximas al aro, especialmente con penetraciones, aprovechando la debilidad interior de verdinegros. El que tenía más facilidad para ver el aro en esos minutos era Okulaja aprovechando que lo defendía Labeyrie. Los malagueños conseguían una máxima ventaja de 6 puntos, pero su desacierto en el último minuto del cuarto dejaba el marcador en 19-17.
En el segundo cuarto Unicaja ponía rápidamente de nuevo los seis puntos de diferencia (gracias al acierto de Berni y Bullock) pero un par de pérdidas igualaba de nuevo el partido y obligaba a Maljkovic a pedir tiempo muerto. Después de jugar nueve minutos, Maljkovic sentó a Wojcik que, de nuevo, estaba muy mal. El partido iba a tirones, sobre todo por la defensa alternativa que planteban los de Badalona que ponían en serios problemas a los malagueños. Cuando Unicaja se había vuelto a ir aparecieron Vázquez y Espil para, con dos triples, igualar de nuevo el partido. Al descanso se llegaba con 34-32 para los malagueños.
Unicaja salió del vestuario un poco dormido y la Penya lo aprovechó para tomar sus primeras ventajas. Maljkovic tuvo que pedir tiempo muerto para llamar la atención de sus hombres. Sólo Esteller parecía capaz de anotar con cierta facilidad, lo que impedía que el Joventut tomara diferencias mayores. Y es que Unicaja seguía con serios problemas ante la defensa zonal del Joventut. Pero, coincidiendo con la entrada en cancha de Cabezas y Risacher por Berni y Bullock, los malagueños volvían a dar un tirón y le daban la vuelta al marcador después de un 8-0, 51-48. Este cuarto terminaba con una pequeña renta para Unicaja, 58-53.
Quedando siete minutos para el final del partido, Comas tenía que pedir un tiempo muerto porque Unicaja conseguía la máxima diferencia del partido, nueve puntos. En esos minutos el gran protegonista fue un Inspiradísimo Esteller. Pero tras el tiempo muerto, de nuevo otro tirón, esta vez del Joventut, que con un 0-7, ponía de nuevo el partido en un puño. Y dos triples de Vázquez colocaban de nuevo a su equipo por delante en abrir y cerrar de ojos. Malkovic volvío a recurrir a Cabezas que le dio mayor intensidad y velocidad a Unicaja. Dos faltas antideportivas, una para cada equipo, dejó el partido en un puño. Con 26 segundos para el final del partido y con 75-75 en el marcador, Unicaja le daba el balón a Bullock para que decidiera el partido. El estadounidense agotó la posesión, penetró y le dobló el balón a Kornegay para que anotara, pero recibió una falta de Vázquez, a 2 segundos para el final, que se lo impidió. El pívot cajista se mostró muy tranquilo y anotó los tiros libres que le daban la victoria a su equipo.
Destacar el acierto en ataque de Okulaja y Esteller, así como los buenos minutos de Cabezas que sirvieron para meter a su equipo en el partido.
El partido comenzaba con una gran canasta interior de Okulaja ante Antonio Bueno. El encuentro quedó marcado nada más empezar por las dos faltas rápidas que cometía Bueno, que con la baja de Shirley, dejaba a su equipo muy mermado en el juego interior. Comas se veía obligado a poner en pista a Labeyrie, el cuarto pívot del equipo. El cuarto transcurría con cierta igualdad. El juego de ataque del Joventut giraba en torno a Tabak, que ponía constantemente en problemas a su defensor, Kornegay o Weis. Los malagueños también buscaban canastas próximas al aro, especialmente con penetraciones, aprovechando la debilidad interior de verdinegros. El que tenía más facilidad para ver el aro en esos minutos era Okulaja aprovechando que lo defendía Labeyrie. Los malagueños conseguían una máxima ventaja de 6 puntos, pero su desacierto en el último minuto del cuarto dejaba el marcador en 19-17.
En el segundo cuarto Unicaja ponía rápidamente de nuevo los seis puntos de diferencia (gracias al acierto de Berni y Bullock) pero un par de pérdidas igualaba de nuevo el partido y obligaba a Maljkovic a pedir tiempo muerto. Después de jugar nueve minutos, Maljkovic sentó a Wojcik que, de nuevo, estaba muy mal. El partido iba a tirones, sobre todo por la defensa alternativa que planteban los de Badalona que ponían en serios problemas a los malagueños. Cuando Unicaja se había vuelto a ir aparecieron Vázquez y Espil para, con dos triples, igualar de nuevo el partido. Al descanso se llegaba con 34-32 para los malagueños.
Unicaja salió del vestuario un poco dormido y la Penya lo aprovechó para tomar sus primeras ventajas. Maljkovic tuvo que pedir tiempo muerto para llamar la atención de sus hombres. Sólo Esteller parecía capaz de anotar con cierta facilidad, lo que impedía que el Joventut tomara diferencias mayores. Y es que Unicaja seguía con serios problemas ante la defensa zonal del Joventut. Pero, coincidiendo con la entrada en cancha de Cabezas y Risacher por Berni y Bullock, los malagueños volvían a dar un tirón y le daban la vuelta al marcador después de un 8-0, 51-48. Este cuarto terminaba con una pequeña renta para Unicaja, 58-53.
Quedando siete minutos para el final del partido, Comas tenía que pedir un tiempo muerto porque Unicaja conseguía la máxima diferencia del partido, nueve puntos. En esos minutos el gran protegonista fue un Inspiradísimo Esteller. Pero tras el tiempo muerto, de nuevo otro tirón, esta vez del Joventut, que con un 0-7, ponía de nuevo el partido en un puño. Y dos triples de Vázquez colocaban de nuevo a su equipo por delante en abrir y cerrar de ojos. Malkovic volvío a recurrir a Cabezas que le dio mayor intensidad y velocidad a Unicaja. Dos faltas antideportivas, una para cada equipo, dejó el partido en un puño. Con 26 segundos para el final del partido y con 75-75 en el marcador, Unicaja le daba el balón a Bullock para que decidiera el partido. El estadounidense agotó la posesión, penetró y le dobló el balón a Kornegay para que anotara, pero recibió una falta de Vázquez, a 2 segundos para el final, que se lo impidió. El pívot cajista se mostró muy tranquilo y anotó los tiros libres que le daban la victoria a su equipo.
Destacar el acierto en ataque de Okulaja y Esteller, así como los buenos minutos de Cabezas que sirvieron para meter a su equipo en el partido.