Zalgiris 87 - Unicaja 67. Crónica.
El largo viaje hasta la república ex-soviética afectó demasiado a los jugadores (como ya avisaba Bozidar Maljkovic) que se vieron durante todo el partido superados por el Zalgiris. El equipo lituano ganó los tres primeros cuartos holgadamente y sólo perdió por un punto el último, 20-21, que finalizó en medio de un festival de asistencias de Ed Cota y mates de Salenga.
Al inicio del partido el Zalgiris logró irse en el marcador y Unicaja ya nunca lograría igualarlo. Los constantes cambios defensivos de los lituanos desorientaban el ataque malagueño y tras el 18-11 Maljkovic solicitó tiempo muerto tras ver como su equipo cometía muchas pérdidas de balón, que el Zalgiris convertía en fáciles contraataques. Esteller reapareció tras el tiempo muerto, a falta de 1:30 para el final del cuarto. Al final del cuarto se llegó con 22-14 en el marcador.
El segundo cuarto comenzó con Unicaja en zona pero el Zalgiris lograba su máxima diferencia en el partido, 25-14, con un triple de Ginevicius. En ese momento llegaba la primera reacción cajista, logrando colocarse 27-24 gracias a la decisión de Bullock en ataque y a un triple de Esteller. Pero fue un espejismo porque la máquina local volvía a engrasarse y un parcial de 8-0 llevaba al marcador otra vez la diferencia de once puntos, 35-24. Unicaja se puso de nuevo a 8 pero el Zalgiris acabó el cuarto con la máxima ventaja hasta el momento, 42-30.
Las pérdidas de balón estaban marcando el partido de los malagueños, además se habían intentado más lanzamientos de tres que de dos y el rebote lo dominaban los locales, algo lógico ya que era Unicaja el equipo que más fallaba.
El tercer cuarto comenzó igual que el primero y la diferencia comenzaba a ser muy preocupante, 51-34 tras un mate de Salenga. Okulaja se convirtió en ese momento en la referencia del equipo y con gran pundonor conseguía anotar o dar canastas hechas a sus compañeros, además de defender con gran efectividad. En estos minutos Unicaja redujo la diferencia a 11 puntos, 56-45, tras un mate de Weis, pero lo mejor era que el equipo tenía otra cara y se veían opciones de victoria. Pero un tiempo muerto solicitado por el entrenador lituano volvió a poner las cosas como estaban. Maljkovic ordenó una zona para intentar desajustar el ataque local pero dos despistes del equipo se tradujeron en dos triples de Timinskas que unidos a una falta en ataque de Weis y una pérdida de balón de Gurovic llevaban el 64-45 al marcador tras dos tiros libres de Ed Cota. El cuarto se cerraba con otro triple lituano, el tercero consecutivo, esta vez de Ginevicius, que dejaba el partido 67-46 a falta de 10 minutos por jugar. Pero nadie pensaba que el partido fuera a cambiar el cariz.
Unicaja comenzó bien el último cuarto gracias al acierto de Risacher (8 puntos en estos minutos) colocándose a 14 puntos a falta de 5:22 tras dos tiros libres de Berni. Pero el equipo no tenía su día y otro fallo defensivo se convertía en el punto número 20 de Einikis. Tras desperdiciar varias oportunidades de reducir la ventaja a una cantidad accesible el equipo lituano comenzó a sentirse cómodo en la pista y Ed Cota se hizo el amo y señor del partido, repartiendo asistencias a diestro y siniestro, endosando un parcial de 11-6 en los últimos 3 minutos de partido.
Como anécdota destacar que Unicaja jugó los dos primeros cuartos sin la equipación oficial porque no llegó a tiempo a Kaunas, usándola tras el descanso. Maljkovic no acabó contento con el rendimiento de sus pivots, algo que se hizo evidente con los pocos minutos que jugó Kornegay en la segunda mitad unido a los cinco minutos finales, en los que estuvo Fran Vázquez en la cancha.
El Maccabi es el próximo rival del Unicaja en Málaga. Un partido que se antoja vital para las aspiraciones cajistas, pues una derrota puede comprometer la clasificación para la segunda fase, mientras que una victoria significaría un gran paso y facilitaría quedar por encima de los israelitas. Eso será el jueves, a las 20:30 en el Palacio de Deportes.
Al inicio del partido el Zalgiris logró irse en el marcador y Unicaja ya nunca lograría igualarlo. Los constantes cambios defensivos de los lituanos desorientaban el ataque malagueño y tras el 18-11 Maljkovic solicitó tiempo muerto tras ver como su equipo cometía muchas pérdidas de balón, que el Zalgiris convertía en fáciles contraataques. Esteller reapareció tras el tiempo muerto, a falta de 1:30 para el final del cuarto. Al final del cuarto se llegó con 22-14 en el marcador.
El segundo cuarto comenzó con Unicaja en zona pero el Zalgiris lograba su máxima diferencia en el partido, 25-14, con un triple de Ginevicius. En ese momento llegaba la primera reacción cajista, logrando colocarse 27-24 gracias a la decisión de Bullock en ataque y a un triple de Esteller. Pero fue un espejismo porque la máquina local volvía a engrasarse y un parcial de 8-0 llevaba al marcador otra vez la diferencia de once puntos, 35-24. Unicaja se puso de nuevo a 8 pero el Zalgiris acabó el cuarto con la máxima ventaja hasta el momento, 42-30.
Las pérdidas de balón estaban marcando el partido de los malagueños, además se habían intentado más lanzamientos de tres que de dos y el rebote lo dominaban los locales, algo lógico ya que era Unicaja el equipo que más fallaba.
El tercer cuarto comenzó igual que el primero y la diferencia comenzaba a ser muy preocupante, 51-34 tras un mate de Salenga. Okulaja se convirtió en ese momento en la referencia del equipo y con gran pundonor conseguía anotar o dar canastas hechas a sus compañeros, además de defender con gran efectividad. En estos minutos Unicaja redujo la diferencia a 11 puntos, 56-45, tras un mate de Weis, pero lo mejor era que el equipo tenía otra cara y se veían opciones de victoria. Pero un tiempo muerto solicitado por el entrenador lituano volvió a poner las cosas como estaban. Maljkovic ordenó una zona para intentar desajustar el ataque local pero dos despistes del equipo se tradujeron en dos triples de Timinskas que unidos a una falta en ataque de Weis y una pérdida de balón de Gurovic llevaban el 64-45 al marcador tras dos tiros libres de Ed Cota. El cuarto se cerraba con otro triple lituano, el tercero consecutivo, esta vez de Ginevicius, que dejaba el partido 67-46 a falta de 10 minutos por jugar. Pero nadie pensaba que el partido fuera a cambiar el cariz.
Unicaja comenzó bien el último cuarto gracias al acierto de Risacher (8 puntos en estos minutos) colocándose a 14 puntos a falta de 5:22 tras dos tiros libres de Berni. Pero el equipo no tenía su día y otro fallo defensivo se convertía en el punto número 20 de Einikis. Tras desperdiciar varias oportunidades de reducir la ventaja a una cantidad accesible el equipo lituano comenzó a sentirse cómodo en la pista y Ed Cota se hizo el amo y señor del partido, repartiendo asistencias a diestro y siniestro, endosando un parcial de 11-6 en los últimos 3 minutos de partido.
Como anécdota destacar que Unicaja jugó los dos primeros cuartos sin la equipación oficial porque no llegó a tiempo a Kaunas, usándola tras el descanso. Maljkovic no acabó contento con el rendimiento de sus pivots, algo que se hizo evidente con los pocos minutos que jugó Kornegay en la segunda mitad unido a los cinco minutos finales, en los que estuvo Fran Vázquez en la cancha.
El Maccabi es el próximo rival del Unicaja en Málaga. Un partido que se antoja vital para las aspiraciones cajistas, pues una derrota puede comprometer la clasificación para la segunda fase, mientras que una victoria significaría un gran paso y facilitaría quedar por encima de los israelitas. Eso será el jueves, a las 20:30 en el Palacio de Deportes.