Leche Río 99 - Unicaja 104. Crónica.
Unicaja logró la victoria en un partido que se le complicó después de adquirir una máxima ventaja de 17 puntos (56-73) en el tercer cuarto. Pero a partir de ese momento el coraje local y la falta de acierto visitante propiciaron que el marcador se volviera a igualar, llegando a los últimos minutos con una ventaja de Unicaja que no era suficiente para dar por finiquitado el encuentro. Herrmann se quedó a un tiro libre de igualar el récord histórico del equipo en lanzamientos convertidos en un partido, finalmente anotó 15/16, en un gran partido del alero argentino, el más destacado junto con Marcus Brown (32 y 27 puntos respectivamente, y 34 de valoración cada uno).
En el primer cuarto el Leche Río salió lanzado y logró un 8-0 de salida gracias al buen hacer de un renacido Alfonso Reyes, responsable de seis de esos ocho puntos. El lanzamiento exterior de Unicaja consiguió nivelar el encuentro pasados unos minutos, cuando un triple de Pietrus acercaba a su equipo (15-12) y dos triples consecutivos de Herrmann ponían a Unicaja a un punto (19-18, min. 7). En este momento llegó la primera técnica de una tripleta arbitral muy desafortunada en el día de hoy. La técnica fue a Moncho López y Brown logró poner por delante a Unicaja por primera vez en el partido aprovechando los dos tiros libres y Santiago afianzaba esa ventaja con una canasta de 2, 19-22. Al final del cuarto se llegó con 23-24, un marcador que ya dejaba claro que el resultado final sería abultado.
De nuevo el Leche Río salía concentrado en el segundo cuarto, logrando una ventaja de 5 puntos tras tres minutos de juego, 33-28 después de una canasta de la bestia negra de Unicaja, Djuro Ostojic. El pívot serbio no se contentó con ganar el partido de Málaga con su único triple desde que está en la ACB (lo anotó sobre la bocina), sino que hoy ha completado probablemente su mejor partido en Lugo (17 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 24 de valoración en 25 minutos, destacando su 5/5 en tiros de 2 y su 7/7 en tiros libres, cuando acredita un 51% en la ACB). Pero Unicaja no estaba dispuesto a dejar ir el partido y dos tiros libres de Nicevic y un triple de Berni empataban de nuevo el encuentro, 33-33. A cada estirón gallego respondía Unicaja con una racha de aciertos, de forma que el partido oscilaba entre los 5 puntos de ventaja local y el empate. Al descanso se llegó con el resultado de 48-46, y por lo visto en el encuentro todo podía pasar.
Pero el mejor Unicaja apareció con la reanudación del partido. Ametrallando la canasta local a base de triples los visitantes lograron un parcial de 6-13 que obligaban a Moncho López a pedir tiempo muerto (54-59. min. 23). Pero la sangría no se paró ahí y los malagueños consiguieron alargar el parcial hasta un 8-27 que parecía definitivo para la suerte del encuentro (56-73, min. 27). Cinco triples (uno de ellos de Pietrus, que hoy anotó dos) tuvieron gran parte de culpa en esos minutos, como también la débil defensa local que permitía lanzamientos cómodos a los cajistas. En mitad de la avalancha visitante los árbitros decidieron pitar otra técnica para desesperación del banquillo breoganista y del público que se dio cita en el Pazo Provincial dos Deportes. Cuando todo estaba a favor de la victoria fácil para Unicaja, el Breogán apretó los dientes y los visitantes se dejaron llevar, lo que hizo que se redujeran las distancias hasta los 10 puntos con que se llegó al final del cuarto (70-80). Unicaja sólo había sido capaz de anotar tiros libres después de lograr su máxima ventaja y los árbitros pitaron una nueva técnica, esta vez a Nicevic tras pitar una falta (dudosa, aunque posible). El pívot croata se volvió abriendo los brazos para pedir explicaciones y el árbitro señaló la T con sus manos ante la estupefacción del jugador, que se iba al banquillo al cometer su quinta falta personal. A esto hay que unir una falta antideportiva de Alzamora sobre Herrmann, que enfadaba aún más a la parroquia local.
El último cuarto comenzó con un triple de Pepe Sánchez que daba tranquilidad al equipo y parecía encauzar definitivamente la victoria. Pero no fue así. Los locales jugaban con mucha rabia por todas las circunstancias que estaban rodeando el encuentro y Unicaja trataba de parar el juego local con muchos problemas por dentro, pues Nicevic ya no estaba y Pietrus y Santiago tenían cuatro faltas personales. Los locales llegaron a acercarse a cinco puntos, algo impensable diez minutos antes. Tras el 80-87 llegó la quinta falta de Pietrus y los problemas del equipo aumentaban. En la siguiente jugada llegó la quinta de Mickeal, tras dos grandes acciones de Berni, a quién defendía el estadounidense y, con 81-89 en el marcador... otra técnica, la segunda para Moncho López que le obligaba a dejar el banquillo. Unicaja anotó tres tiros libres que le daban tranquilidad a falta de 4 minutos (81-92). Tras perder a Santiago, Unicaja plantaba en el campo un equipo inusual: Pepe Sánchez, Cabezas, Brown, Berni Rodríguez y Herrmann. Un último arreón del Leche Río puso a los gallegos a seis puntos, 90-96, pero la tranquilidad del Unicaja desde la línea de tiros libres logró aguantar la victoria, que cayó del lado visitante con el resultado final de 99-104.
Esta victoria permite que Unicaja se juegue el liderato la próxima semana, cuando recibirá al Barcelona, actual primer clasificado. Una victoria malagueña daría el primer puesto a Unicaja, ya que en la ida venció por 11 puntos de diferencia en un partido que será difícil de olvidar para cualquiera que lo presenciara.
En el primer cuarto el Leche Río salió lanzado y logró un 8-0 de salida gracias al buen hacer de un renacido Alfonso Reyes, responsable de seis de esos ocho puntos. El lanzamiento exterior de Unicaja consiguió nivelar el encuentro pasados unos minutos, cuando un triple de Pietrus acercaba a su equipo (15-12) y dos triples consecutivos de Herrmann ponían a Unicaja a un punto (19-18, min. 7). En este momento llegó la primera técnica de una tripleta arbitral muy desafortunada en el día de hoy. La técnica fue a Moncho López y Brown logró poner por delante a Unicaja por primera vez en el partido aprovechando los dos tiros libres y Santiago afianzaba esa ventaja con una canasta de 2, 19-22. Al final del cuarto se llegó con 23-24, un marcador que ya dejaba claro que el resultado final sería abultado.
De nuevo el Leche Río salía concentrado en el segundo cuarto, logrando una ventaja de 5 puntos tras tres minutos de juego, 33-28 después de una canasta de la bestia negra de Unicaja, Djuro Ostojic. El pívot serbio no se contentó con ganar el partido de Málaga con su único triple desde que está en la ACB (lo anotó sobre la bocina), sino que hoy ha completado probablemente su mejor partido en Lugo (17 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 24 de valoración en 25 minutos, destacando su 5/5 en tiros de 2 y su 7/7 en tiros libres, cuando acredita un 51% en la ACB). Pero Unicaja no estaba dispuesto a dejar ir el partido y dos tiros libres de Nicevic y un triple de Berni empataban de nuevo el encuentro, 33-33. A cada estirón gallego respondía Unicaja con una racha de aciertos, de forma que el partido oscilaba entre los 5 puntos de ventaja local y el empate. Al descanso se llegó con el resultado de 48-46, y por lo visto en el encuentro todo podía pasar.
Pero el mejor Unicaja apareció con la reanudación del partido. Ametrallando la canasta local a base de triples los visitantes lograron un parcial de 6-13 que obligaban a Moncho López a pedir tiempo muerto (54-59. min. 23). Pero la sangría no se paró ahí y los malagueños consiguieron alargar el parcial hasta un 8-27 que parecía definitivo para la suerte del encuentro (56-73, min. 27). Cinco triples (uno de ellos de Pietrus, que hoy anotó dos) tuvieron gran parte de culpa en esos minutos, como también la débil defensa local que permitía lanzamientos cómodos a los cajistas. En mitad de la avalancha visitante los árbitros decidieron pitar otra técnica para desesperación del banquillo breoganista y del público que se dio cita en el Pazo Provincial dos Deportes. Cuando todo estaba a favor de la victoria fácil para Unicaja, el Breogán apretó los dientes y los visitantes se dejaron llevar, lo que hizo que se redujeran las distancias hasta los 10 puntos con que se llegó al final del cuarto (70-80). Unicaja sólo había sido capaz de anotar tiros libres después de lograr su máxima ventaja y los árbitros pitaron una nueva técnica, esta vez a Nicevic tras pitar una falta (dudosa, aunque posible). El pívot croata se volvió abriendo los brazos para pedir explicaciones y el árbitro señaló la T con sus manos ante la estupefacción del jugador, que se iba al banquillo al cometer su quinta falta personal. A esto hay que unir una falta antideportiva de Alzamora sobre Herrmann, que enfadaba aún más a la parroquia local.
El último cuarto comenzó con un triple de Pepe Sánchez que daba tranquilidad al equipo y parecía encauzar definitivamente la victoria. Pero no fue así. Los locales jugaban con mucha rabia por todas las circunstancias que estaban rodeando el encuentro y Unicaja trataba de parar el juego local con muchos problemas por dentro, pues Nicevic ya no estaba y Pietrus y Santiago tenían cuatro faltas personales. Los locales llegaron a acercarse a cinco puntos, algo impensable diez minutos antes. Tras el 80-87 llegó la quinta falta de Pietrus y los problemas del equipo aumentaban. En la siguiente jugada llegó la quinta de Mickeal, tras dos grandes acciones de Berni, a quién defendía el estadounidense y, con 81-89 en el marcador... otra técnica, la segunda para Moncho López que le obligaba a dejar el banquillo. Unicaja anotó tres tiros libres que le daban tranquilidad a falta de 4 minutos (81-92). Tras perder a Santiago, Unicaja plantaba en el campo un equipo inusual: Pepe Sánchez, Cabezas, Brown, Berni Rodríguez y Herrmann. Un último arreón del Leche Río puso a los gallegos a seis puntos, 90-96, pero la tranquilidad del Unicaja desde la línea de tiros libres logró aguantar la victoria, que cayó del lado visitante con el resultado final de 99-104.
Esta victoria permite que Unicaja se juegue el liderato la próxima semana, cuando recibirá al Barcelona, actual primer clasificado. Una victoria malagueña daría el primer puesto a Unicaja, ya que en la ida venció por 11 puntos de diferencia en un partido que será difícil de olvidar para cualquiera que lo presenciara.