Sufrida victoria en la pista del líder (72-73)
Entró en el partido rápido el Unicaja, quizás con su mejor arma. 4 triples en los primeros 5 minutos, Lafayette, Smith y Waczynski por partida doble y el marcador se ponía 9-14. A la batería exterior se le sumó Dejan Musli que dejaba el partido 9 a 18 a falta de algo más de 3 minutos para el final del primer cuarto. Parecía que el Unicaja controlaba el partido en esa diferencia, pero en el minuto final de este primer período Iberostar Tenerife endosó un 8 a 2 de parcial, con triple de Beirán cerrando sobre la bocina los primeros diez minutos. El marcador era 22-25. Era el primer aviso de que el equipo local no se iba a rendir hasta el final.
4 puntos seguidos de Fogg volvían a dar un colchón al Unicaja en el Pabellón Santiago Martín de Tenerife, 22-29. Pero entró el partido en una fase muy espesa de la que sacó mejor provecho el equipo local. Iberostar Tenerife empezó a anotar con más facilidad desde el triple, con Doornekamp como principal amenaza. De hecho uno de sus tiros empató a 31. Los de Plaza reaccionaron con canastas de Jamar, inmenso, y Waczynski, que le permitieron llegar al descanso con una diferencia de 5 puntos, 33 a 38 para los malagueños.
Jamar Smith estaba de dulce en Tenerife, donde recordemos que se lesionó la pasada temporada durante el calentamiento. El americano parecía motivadísimo, siendo el principal peligro malagueño para el conjunto local de Txus Vidorreta tras el descanso. Además, Lafayette encontraba asociación con Musli, siempre peligroso en la pintura. Iberostar Tenerife continuaba sin descolgarse, con English, Bogris y Doornekamp como protagonistas. El marcador era 41 a 48, momento en el que el ex capitán del Unicaja Fran Vázquez volvió a pista. El de Chantada fue importante para que su equipo pudiera mantener el nivel en ambos lados de la pista bajo los tableros. Además el escolta White se entonó, incluso cerrando sobre la bocina el cuarto con un espectacular triple. El partido entraba en el cuarto decisivo con 55 a 57 para el Unicaja.
Joan Plaza sabía que para ganar en Tenerife el partido habría que sufrirlo y trabajarlo hasta el final. Y eso fue lo que sucedió. Comenzaban los locales empatando con un motivado Fran Vázquez haciendo daño cerca del aro, pero entonces apareció el arsenal exterior malagueño. Primero el omnipresente Jamar Smith, al que le siguió la muñeca de Dani Díez, que con dos triples hacía que el Unicaja de nuevo tomara distancia en el marcador (63-70 m.36). Vidorreta pidió tiempo muerto e hizo que su equipo subiera la intensidad en defensa, muy importante para tapar los peligros del Unicaja, el dinamismo y el juego en transición. El partido se puso espeso y el Unicaja perdió su ventaja con parcial 7 a 0 local conseguido por Doornekamp y Beirán.
Con el partido empatado a 70 apareció el talento, la cabeza fría y la listeza de Alberto Díaz. Restaban 34 segundos cuando el canterano de Los Guindos anotaba desde la esquina un triple que celebraba con el puño cerrado mirando a sus compañeros. Vidorreta solicitaba tiempo muerto para preparar el siguiente ataque con 70 a 73 para el Unicaja. Los locales lograron anotar con un palmeo de Fran Vázquez y ponían el partido en un punto. En la última posesión el balón malagueño fue a Jamar Smith, su hombre más inspirado. El 15 del Unicaja lanzó cuando restaban 4 segundos de partido, falló, pero ahí estuvo la mano de Suárez y el corazón de Alberto Díaz para asegurar un rebote que valió una victoria, finalmente 72 a 73 para el equipo de Joan Plaza.
4 puntos seguidos de Fogg volvían a dar un colchón al Unicaja en el Pabellón Santiago Martín de Tenerife, 22-29. Pero entró el partido en una fase muy espesa de la que sacó mejor provecho el equipo local. Iberostar Tenerife empezó a anotar con más facilidad desde el triple, con Doornekamp como principal amenaza. De hecho uno de sus tiros empató a 31. Los de Plaza reaccionaron con canastas de Jamar, inmenso, y Waczynski, que le permitieron llegar al descanso con una diferencia de 5 puntos, 33 a 38 para los malagueños.
Jamar Smith estaba de dulce en Tenerife, donde recordemos que se lesionó la pasada temporada durante el calentamiento. El americano parecía motivadísimo, siendo el principal peligro malagueño para el conjunto local de Txus Vidorreta tras el descanso. Además, Lafayette encontraba asociación con Musli, siempre peligroso en la pintura. Iberostar Tenerife continuaba sin descolgarse, con English, Bogris y Doornekamp como protagonistas. El marcador era 41 a 48, momento en el que el ex capitán del Unicaja Fran Vázquez volvió a pista. El de Chantada fue importante para que su equipo pudiera mantener el nivel en ambos lados de la pista bajo los tableros. Además el escolta White se entonó, incluso cerrando sobre la bocina el cuarto con un espectacular triple. El partido entraba en el cuarto decisivo con 55 a 57 para el Unicaja.
Joan Plaza sabía que para ganar en Tenerife el partido habría que sufrirlo y trabajarlo hasta el final. Y eso fue lo que sucedió. Comenzaban los locales empatando con un motivado Fran Vázquez haciendo daño cerca del aro, pero entonces apareció el arsenal exterior malagueño. Primero el omnipresente Jamar Smith, al que le siguió la muñeca de Dani Díez, que con dos triples hacía que el Unicaja de nuevo tomara distancia en el marcador (63-70 m.36). Vidorreta pidió tiempo muerto e hizo que su equipo subiera la intensidad en defensa, muy importante para tapar los peligros del Unicaja, el dinamismo y el juego en transición. El partido se puso espeso y el Unicaja perdió su ventaja con parcial 7 a 0 local conseguido por Doornekamp y Beirán.
Con el partido empatado a 70 apareció el talento, la cabeza fría y la listeza de Alberto Díaz. Restaban 34 segundos cuando el canterano de Los Guindos anotaba desde la esquina un triple que celebraba con el puño cerrado mirando a sus compañeros. Vidorreta solicitaba tiempo muerto para preparar el siguiente ataque con 70 a 73 para el Unicaja. Los locales lograron anotar con un palmeo de Fran Vázquez y ponían el partido en un punto. En la última posesión el balón malagueño fue a Jamar Smith, su hombre más inspirado. El 15 del Unicaja lanzó cuando restaban 4 segundos de partido, falló, pero ahí estuvo la mano de Suárez y el corazón de Alberto Díaz para asegurar un rebote que valió una victoria, finalmente 72 a 73 para el equipo de Joan Plaza.